jueves, 27 de noviembre de 2008

La noticia digital


El rescate de Ingrid Betancourt:
un triunfo de Internet


El 2 de julio de 2008 el mundo fue testigo de cómo la ficción fue velozmente superada por la realidad, cuando Ingrid Betancourt (y 14 rehenes desconocidos más) fue rescata por el ejército colombiano en una zona selvática mediante un operativo de inteligencia militar denominada Operación Jaque. Ese gran momento ilustró la incorporación de los medios tradicionales al canal digital y mostró cómo Internet se ha convertido en el nuevo territorio para la comunicación y el periodismo.

La televisión mostraba al mundo entero las celebraciones en Colombia y Francia por la liberación de Ingrid Betancourt, y transmitía la versión oficial sobre el impecable trabajo de inteligencia y operación que el ejército colombiano había llevado a cabo en el rescate. Mientras tanto, en Internet se transmitía de manera simultánea a distintos puntos del mundo, los detalles de este suceso, que simbolizó el acceso de las sociedades modernas a la información inmediata, directa y fácil de consultar. (Sisk, s/f).

Habían pasado sólo unos minutos de la noticia transmitida a través de CNN, y en You tube (sitio Web mediante el cual se pueden subir videos gratis) ya existían decenas de versiones de la misma, en muy diversos idiomas; los periódicos subían a sus propias redes la nota en sus primeras planas, y se crearon cientos de blogs para comentar el acontecimiento.

Similar a lo que Giddens (2000) narra de cómo en las escenas de bombardeos y de refugiados, las televisoras ganan la batalla de la inmediatez sobre todo en la espectacularidad visual, pero pierden en la contextualización, el debate y el detalle, el fenómeno Betancourt permitió que a través de Internet los usuarios soltaran los filtros y no aceptaran versiones reducidas o malinterpretadas.

Gracias a la inmediatez de los medios electrónicos y digitales, el mundo fue testigo, en vivo, de cómo los gobiernos de Estados Unidos, Colombia y Francia se congratulaban por el momento. Los medios de comunicación colombianos colapsaron en sus sitios de Internet lo que obligó a algunos medios de Bogotá, como El País, a publicar temporalmente mediante un blog toda la información en desarrollo, como lo narra una de sus reseñas del día siguiente. Los periódicos disputaban la inmediatez de los medios audiovisuales y por ello, era urgente tener abiertos sus espacios en la Red. No podían aislarse del momento. (Giddens, 2000)

La versión oficial que el gobierno colombiano hizo circular de manera simultánea al rescate de los rehenes, fue opacada por el impacto mediático que lograron las primeras imágenes de Ingrid Betancourt ante las cámaras. No fue sino hasta horas después cuando comenzó a permear la admiración y el reconocimiento de la comunidad internacional hacia el ejército nacional de ese país. Ese era el objetivo, y –aunque llegó un poco tarde-- se había cumplido.

Se reafirmó, también, un sentido nacionalista a un acontecimiento globalizador, pues el mensaje que salía desde Colombia llevaba explícito el sentido de expresar una identidad propia, que fuera ampliamente reconocida por otros. (Castells, s/f)

El gobierno de Álvaro Uribe se transformó en uno de esos grupos que Anthony Giddens llama radicales y que saben que la globalización es real y sus consecuencias pueden verse en todas partes. Se requería del apoyo de Ingrid Betancourt para transmitir un discurso articulado, pues en este mundo global los políticos han perdido mucha capacidad para influir en los acontecimientos. (Giddens, 2000)

Con una magistral estrategia, se logró lo que Manuel Castells (1996) define como una identidad legitimadora, en la que el gobierno colombiano (institución dominante) introdujo a su comunidad un mensaje para dar fuerza a su propio dominio frente a los diversos actores sociales que la componen. Asimismo, se cumplió con el paradigma de este autor que afirma que la era de la globalización fue la del surgimiento nacionalista.

La construcción de una imagen

Según la CNN, millones de telespectadores de todo el mundo observaron en vivo los momentos en los que Ingrid Betancourt bajaba por la escalinata del avión para correr a los brazos de su madre, así como la salida de sus hijos desde Francia, su arribo a Colombia y las primeras imágenes de un encuentro que tardó siete años. Durante meses, la expectativa se había construido a través de los medios, tras el rescate --en febrero pasado-- de la colaboradora cercana de Betancourt, Clara Rojas. Ambas se convirtieron en el centro de atención de la información internacional.

Gran parte del mundo ya conocía a Ingrid Betancourt, ex candidata a la presidencia de Colombia por el Partido Verde Oxígeno (izquierda), que había sido secuestrada por la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el 23 de febrero de 2002 durante su campaña. La ex candidata a la presidencia de Colombia es ahora un personaje de la sociedad cosmopolita mundial, que está trastornando nuestros modos de vida. (Giddens-2000)

Debido a que la globalización es la manera en la que vivimos ahora, Ingrid Betancourt aún antes de su rescate, ya formaba parte del espectáculo informativo. El pasado 30 de noviembre, las fotografías de la pieza más valiosa de las FARC dieron la vuelta al mundo, al mostrar a una mujer cabizbaja, flaca, abatida, con una melena de años cubriéndole el pecho. Su madre, Yolanda Apulecio, temió que la muerte tocara a su puerta, abatida por una hepatitis B y las secuelas de la malaria. Era una telenovela de la vida real.

Sus desventuras se tejieron y destejieron de tantas maneras, que en las pocas semanas transcurridas desde la liberación de Ingrid, han pasado ya por las manos de agentes, productores y estudios de canales de televisión y de cine, incontables proyectos de películas argumentales, telenovelas, weblogs temáticos, óperas rock, novelas dibujadas y reality shows.

Desde su rescate, Betancourt ha sido fotografiada al lado del Papa Benedicto XVI; del secretario general de las Naciones Unidas, Ba-Ki moon; del cantante Miguel Bosé; España la ha reconocido con el premio Príncipe de Asturias; el gobierno chileno la postuló al Premio Nobel de la Paz; el gobierno brasileño anuncia que la postulará a la presidencia de la UNESCO, en fin, que es una heroína internacional que incluso ya trasciende en las revistas de corazón, ansiosas de narrar su posible divorcio. Es un individuo valioso para el mundo, conocido gracias a las redes globales. (Castells-1996)

Se convirtió en una figura rentable, con gran capital político tanto para ella misma, como para los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, como de Francia, Nicolás Sarkozy. El escritor Mario Vargas Llosa reseña para el periódico español El País, que cualquiera que haya ojeado la prensa y escuchado a los medios en Europa, diría que el verdadero héroe de la operación fue el presidente francés Nicolás Sarkozy, quien, sin haber intervenido para nada en este rescate, fue quien le sacó mayor provecho publicitario (El País, 13 de julio de 2008).

El gobierno de Colombia generó toda una campaña publicitaria posterior a este rescate, para reafirmar ante sus ciudadanos que únicamente fueron ellos los actores de esta epopeya. Se trata de ese tipo de nacionalismo defensivo que Pierre Bourdieu señala nace cuando la gente ve amenazada su identidad. (Izquierdo, 2000)

Operación Jaque, segundo plano

La presencia del Internet permite analizar la cobertura informativa que tuvo el recate de Ingrid Betancourt en los medios internacionales. Es lo que Rafael Vidal (s/f) denomina una nueva forma de sociabilidad, en la cual las redes informáticas desvirtúan una identidad hacia un lugar determinado; el sentimiento de pertenencia se generaliza.

En el caso de Estados Unidos, los informativos de televisión y radio, así como los diarios destacaron la liberación de los tres contratistas militares. Fue nota de primera plana en los principales diarios, como The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal.

Mientras, el diario británico The Guardian mencionó que "Betancourt (está) entre los rehenes rescatados en Colombia" y el alemán Bild informó que "El Ejército colombiano liberó a Ingrid Betancourt" En Sudamérica, el diario uruguayo El País se hizo eco de las palabras del hijo de Betancourt, Lorenzo, quien confesó: el rescate de su madre es la "noticia más hermosa de mi vida".

Los brasileños O Globo y Folha de Sao Paulo también fueron de los primeros medios en publicar la noticia. El primero subrayó que Estados Unidos aseguró no haber tenido participación en el rescate y el segundo publicó que los diputados franceses festejaron la liberación.

Asimismo, las cadenas de televisión CNN, Fox News, BBC, ABC, RCN (televisora local) y Euronews transmitieron, segundo a segundo, cada momento del rescate, incluyendo la conferencia de prensa en vivo que el presidente Álvaro Uribe, Ingrid Betancourt y el ejército colombiano ofrecieron esa misma noche para explicar los detalles de la Operación Jaque. Esas imágenes fueron retransmitidas en varios noticieros de todo el mundo, como fueron las principales cadenas de televisión mexicanas: Televisa y TV Azteca.

En México, el rescate de Ingrid Betancourt fue noticia de primera plana en todos los medios de circulación nacional. La Crónica de hoy, La Jornada, El Universal, Reforma, Milenio y Excélsior publicaron la reseña de las agencias internacionales acompañada de una fotografía de la rescatada, en tanto que para La Jornada y La Crónica de hoy fue la noticia principal.

Al igual que en otros puntos del planeta, las páginas Web de estos medios transmitieron a detalle, cada segundo, lo que sucedía en Colombia y Francia. Por más de seis horas las noticias nacionales pasaron a un segundo plano, opacadas por el fenómeno Betancourt., convertido en uno de los paradigmas de la comunicación red: hacer posible el seguimiento de la información en tiempo real. (Orihuela, s/f)

En Colombia, la noticia de un posible rescate empezó a trascender en los medios al filo de la una de la tarde. Desde las 13:30, antes incluso de la liberación de Betancourt, los sitios en Internet de El Tiempo, El Espectador, El Espacio y La República, entre otros, no pudieron seguir informando por la alta cantidad de visitas que recibieron y que colapsó los portales.

El medio más recurrido en ese país fueron las transmisiones de la televisora local RCN, misma que después tuvo imágenes no vistas de la Operación Jaque y que pueden ser vistas a través de You Tube, lo que se ha dejado ver como una supuesta filtración de algunos integrantes del ejército colombiano.

Fue más espectacular la imagen de Ingrid Betancourt que la propia Operación Jaque, como lo prueban las cabezas de los principales medios en sus sitios Web, al momento de oficializarse la noticia. Los siguientes son sólo algunos ejemplos:
  • Bogotá anuncia el rescate de Ingrid Betancourt (La Voz de Galicia- España);
  • Liberados Ingrid Betancourt y tres estadounidenses en poder de las FARC (El País- España).
Enfatizó que se puso fin a 2 mil 323 días de pesadilla. A la información de último momento agregó un video de fines del año pasado que fue entregado como prueba de vida de la dirigente.

  • El Ejército de Colombia rescata a Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes de las FARC (El Mundo - Colombia)
  • Rescataron a Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes de las FARC (Clarín, Argentina)
  • Agradece Ingrid Betancourt a Uribe su rescate (La Jornada – México)
  • Celebra el mundo rescate quirúrgico de Betancourt. (La Crónica de hoy- México)
  • Rescataron a Ingrid Betancourt (El Nacional – Venezuela)
  • Ingrid Betancourt : le récit de sa Liberation --el relato de su liberación-- (Le Monde – Francia)

Los gobiernos europeos y latinoamericanos se enteraron del acontecimiento a través de los medios; las felicitaciones al gobierno de Álvaro Uribe llegaron antes de que se hiciera pública una declaración oficial sobre Operación Jaque, así como las declaraciones de otros mandatarios. En principio, en este juego mediático abundaron los aplausos y faltaron las reflexiones, y es que en la medida que la sociedad ha ido cambiando, también lo ha hecho la comunicación política como expresión suya. (San Martí, s/f)

El espectáculo digital

La información navegaba tan rápido que ese mismo día el trabajo de inteligencia que realizó el ejército colombiano para rescatar a Ingrid Betancourt fue colocado bajo sospecha por dos versiones periodísticas en Europa. Según Radio Suisse Romande, Operación Jaque fue sólo un montaje para ocultar un esquema en el que las FARC habrían aceptado la liberación de la ex candidata presidencial y de 14 rehenes más, a cambio de 20 millones de dólares y de asilo político en Francia. Asimismo, el periódico digital francés Mediapart dijo que la liberación se dio por una interesada rendición de un bloque del grupo guerrillero.

El dardo lanzado por los dos medios europeos fue tan certero, que los gobiernos de Colombia, Francia y Estados Unidos, se vieron obligados a desmentir, cada uno por su lado, la versión sobre el presunto trueque. Los tres negaron que sus países hayan pagado un solo centavo. La información fue recogida y reproducida rápidamente por la radio colombiana, la cual especuló que, con el montaje, el operativo pretendía destacar el trabajo del ejército nacional, reposicionarlo ante la opinión pública y ocultar, a la par, la “negociación secreta” entre el gobierno y las FARC.

En España, se abrió un foro especial para debatir este tema en La Vanguardia.es. Según su propia versión, ese mismo día había casi mil participaciones. Señalan que 60 por ciento del total de comentarios vertidos en las noticias se inclinan por felicitar al gobierno de Uribe por haber logrado la liberación de Betancourt y el 40 por ciento restante tachaba el rescate de escenificación, con fines políticos para proteger determinados intereses.

En esta historia, los medios han sido parte central. Algunos, siguieron a detalle todo lo que pasaba, otros se interesaron en sólo en Betancourt y no en la Operación Jaque, y para otros más se trató de un montaje. En una sociedad cada vez más diversa pareciera imposible que se presente uniformidad en los mensajes de los medios.

Con o sin debate, Ingrid Betancourt sigue siendo noticia para los medios digitales. En You tube, hay más de 2 mil videos (en inglés, francés y español) que refieren a este personaje; uno de estos videos registra más de 200 mil visitas desde la fecha de su rescate.

De acuerdo con la lista.wip, que hace un seguimiento de noticias en la red, Ingrid Betancourt ocupa el lugar 350 de las personas más mencionadas por los medios en los últimos meses en el ámbito mundial; está entre las primeras 100 mujeres que son noticia, mientras que en Colombia es la número 1. Han detectado más de seis millones 300 mil referencias a su nombre en toda la Web y desde su rescate, van en aumento.

¿Un show mediático o la democratización de los medios?

En torno a Ingrid Betancourt surge un debate sobre el papel que juegan los medios. Algunas voces (entre ellas el periódico francés Mediapart y el medio digital de Colombia CadenaGlobal.com) aseguran que el rescate fue un montaje mediático al estilo de un reality show, otras voces (entre ellas el periódico Le Monde de Francia) señalan que los medios jugaron un papel fundamental para lograr su rescate e incluso para mantener con vida a Betancourt durante su secuestro. Fueron los medios los que la convirtieron en la pieza más importante para la negociación de las FARC.

El fenómeno Betancourt sólo es una muestra de cómo la globalización ha democratizado a los medios, sin por ello negar que también hay manipulación de cierta información e imágenes visuales. Con la revolución digital se atrajo una ampliación de la información y ahora hay cada vez más veloces formas de conocer lo que sucede en otros puntos del mundo. Todas las sociedades están afectadas por el capitalismo y el informacionalismo y muchas de ellas ya son informacionales, dice Manuel Castells (s/f).

Por ello, en esta sociedad de la información, las imágenes se desgastan y el agotamiento de la novedad informativa que es Ingrid Betancourt se puede empezar a presentar en cualquier momento, ya que la novedad es un producto perecedero. Sus declaraciones, su vida, sus reconocimientos pueden traducirse en desinterés y aburrimiento para los medios y, en consecuencia, para todo aquél que vea en ella un enorme capital político. Aún no sucede, pero puede darse un desgaste de su imagen mediática.

Sin embargo, más allá de la filias y fobias generadas en torno a Ingrid Betancourt y su apoteosis, la cobertura informativa suscitada a su alrededor hace evidente que se trata de un fenómeno que con la perspectiva que dan los años vale la pena someter a un análisis pormenorizado. Su rescate fue una competencia entre la tinta y el Internet, dejando triunfante a este último.

Quizá la razón la explique uno de los paradigmas que cita José Luis Orihuela, cuando dice que la Red ha puesto en cuestión una de las funciones básicas de los medios tradicionales y de sus profesiones asociadas: la mediación profesional de los comunicadores en los procesos de acceso del público a las fuentes.

En otras palabras, la inmediatez de los medios digitales pone en riesgo la objetividad de la noticia, que solamente puede darse bajo el control de un grupo profesional que asuma la responsabilidad de la información y no dejar al arbitrio de los anónimos que tienen acceso a la Red.

Betancourt es, por tanto, una mujer de los medios: su historia, su lucha y su futuro le pertenecen. Ella misma así lo asienta: “si no hubiese sido porque los medios centraron tanto su atención en mí, hoy no estaría con vida”. No obstante, los medios no pueden trabajar para su protección indefinidamente y ahora radica en Francia ante el temor de sufrir un ataque por parte de la FARC.

Las preguntas obligadas son: ¿Cuánto tiempo más le queda a esta historia? ¿Habrá algo que impacte más? ¿Qué valores sostendrán el fenómeno Betancourt? ¿Qué hay detrás de esta imagen fabricada?

Los medios determinarán el momento en que Ingrid Betancourt dejará de ser parte de un espectáculo informativo o un personaje global, por ahora casi intocable. Persistirá, al menos como símbolo e imagen, hasta que la Web se lo permita. Mientras tanto, estará en los rankings de las mujeres más famosas.

Referencias:
Castells, M. (2000). Paraísos comunales, identidad y sentido en la sociedad red.

Castells, M. (1996). La red y el Yo.

Giddens, A. (2000). Un mundo desbocado: los efectos de la globalización en nuestras vidas.

Izquierdo, P. (2000). Entrevista a Pierre Bourdieu.

Molinero, E. (2008, 12 de octubre). Siembran duda en el rescate de Ingrid, El Universal. Recuperado el 12 de octubre de 2008 de: http://www.eluniversal.com.mx/internacional/58304.html/

Orihuela, J. (S/F) Los 10 paradigmas de la e-Comunicación.

San Martí, J. (2003) Los nuevos agentes políticos en la comunicación televisiva.

Sisk, T. (S/f). Democracia digital en la ciudad del Siglo XX.

Souito, E. Los medios colombianos se colapsan. Recuperado el 12 de octubre de 2007, http://www.soitu.es/soitu/2008/07/02/actualidad/1215031828_091685.html

Vargas, M. (2008, 12 de octubre). El rescate de Ingrid Betancourt. Recuperado el 12 de octubre de 2008 de: http://www.periodistadigital.com/cultura/object.php?o=944673

Vidal, R. (S/F) Nacionalismo y Globalización: localización-deslocalización simbólica del espacio social.

S/A. El recate de Ingrid Betancourt es noticia estrella en los medios de estados Unidos. Recuperado el 12 de octubre de 2008 de: http://www.periodistadigital.com/cultura/object.php?o=944673

Ingrid Betancourt en la lista Wip. Recuoerado el 12 de octubre de 2008 de: http://www.lalistawip.com/personaje/Ingrid+Betancourt_2225/

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