
La estrategia de planear con tiempo
Los requerimientos de la sociedad moderna generan ritmos acelerados de vida, que hacen que las personas se vuelvan autómatas en la solución de problemas y deshumanicen su relación con los demás. Cambiar el hábito de vivir de prisa, por uno más reflexivo y menos acelerado, permitirá a los individuos resultados de mayor calidad en todas sus actividades.
Tal parece que en las sociedades actuales el ser aprehensivo es un valor que garantiza el triunfo; entonces se llega a confundir que ser responsable es excederse en el cumplimiento de los deberes y obligaciones. La ambición de obtener más hace que las personas desperdicien los momentos valiosos de su vida personal, profesional, académica y familiar; lo peor es que no hay conciencia de ello.
El virus de vivir rápido (Honoré, C., S/F) es ya una pandemia y ha sido objeto de estudio por analistas en varios países, dándose casos, incluso, de constituir organizaciones para combatirlo.
En ese marco, ¿cómo planear si los requerimientos sociales y personales nos obligan a trabajar siete días a la semana? De manera más concreta: ¿cómo planear actividades e implementar estrategias para estudiar con éxito una maestría en el Centro de Estudios en Comunicación y Tecnologías Educativas (CECTE) sin morir en el intento?
La respuesta es no tenerle miedo a planear, a repensar el día y a organizar una a una cada actividad. Esto no significa automatizarse, por el contrario, es proporcionarse, de acuerdo con las necesidades individuales, una planeación adecuada para apropiarse del tiempo, y no permitir que éste se apropie de cada uno de nosotros.
A bajar la velocidad
Este texto está dirigido a todos quienes en estos momentos consideran la posibilidad de estudiar una maestría en el CECTE, pero se encuentran contagiados por el virus de la prisa. No es un texto de tipo didáctico, sino más bien reflexivo, con un lenguaje conativo (Jakobson, 2007), es decir, está pensado, escrito y encaminado para que el lector considere que esta meta es posible si se logra un cambio en los hábitos cotidianos. ¿Qué hacer entonces?
Como un paso fundamental hay que bajar la velocidad al ritmo diario de vida; abrir un espacio y escucharse. Este ejercicio permite hacer conciencia de que se debe trabajar para vivir y no lo contrario. Hacer lo que el movimiento Slow propone, es decir, darle su justa dimensión a cada momento de la vida; recorrer el camino y no sólo andar o pasar corriendo sobre él. (S/A, Sin prisas, por favor)
Tal parece que en las sociedades actuales el ser aprehensivo es un valor que garantiza el triunfo; entonces se llega a confundir que ser responsable es excederse en el cumplimiento de los deberes y obligaciones. La ambición de obtener más hace que las personas desperdicien los momentos valiosos de su vida personal, profesional, académica y familiar; lo peor es que no hay conciencia de ello.
El virus de vivir rápido (Honoré, C., S/F) es ya una pandemia y ha sido objeto de estudio por analistas en varios países, dándose casos, incluso, de constituir organizaciones para combatirlo.
En ese marco, ¿cómo planear si los requerimientos sociales y personales nos obligan a trabajar siete días a la semana? De manera más concreta: ¿cómo planear actividades e implementar estrategias para estudiar con éxito una maestría en el Centro de Estudios en Comunicación y Tecnologías Educativas (CECTE) sin morir en el intento?
La respuesta es no tenerle miedo a planear, a repensar el día y a organizar una a una cada actividad. Esto no significa automatizarse, por el contrario, es proporcionarse, de acuerdo con las necesidades individuales, una planeación adecuada para apropiarse del tiempo, y no permitir que éste se apropie de cada uno de nosotros.
A bajar la velocidad
Este texto está dirigido a todos quienes en estos momentos consideran la posibilidad de estudiar una maestría en el CECTE, pero se encuentran contagiados por el virus de la prisa. No es un texto de tipo didáctico, sino más bien reflexivo, con un lenguaje conativo (Jakobson, 2007), es decir, está pensado, escrito y encaminado para que el lector considere que esta meta es posible si se logra un cambio en los hábitos cotidianos. ¿Qué hacer entonces?
Como un paso fundamental hay que bajar la velocidad al ritmo diario de vida; abrir un espacio y escucharse. Este ejercicio permite hacer conciencia de que se debe trabajar para vivir y no lo contrario. Hacer lo que el movimiento Slow propone, es decir, darle su justa dimensión a cada momento de la vida; recorrer el camino y no sólo andar o pasar corriendo sobre él. (S/A, Sin prisas, por favor)
Viejos conceptos para nuevas experiencias
Las maestrías del CECTE demandan un tiempo de 20 horas a la semana, lo que significa un promedio de tres horas diarias. ¿Quién las tiene? A nadie le sobran, pues la mayoría de los estudiantes son ya profesionalmente activos y tanto sus trabajos como sus familias demandan su atención.
Por tanto, la única forma de lograrlo es poner orden, es decir, dirigir el pensamiento hacia una planeación que conduzca a la obtención de metas bien establecidas. Para Rodríguez (1998) la planeación es una acción que nació con la humanidad misma y estuvo presente desde que el hombre salía a cazar y se establecía como misión llevar los alimentos a los demás. Así que no es algo nuevo, sólo, quizá, no es tomado en cuenta.
Munch (2009) dice que planear es establecer objetivos y elegir las estrategias para cumplirlos, con base en un esquema detallado de acciones para el futuro. En la definición anterior, este autor utiliza otro concepto: estrategia, que para la Real Academia de la Lengua (2010) significa dirigir un asunto; son las reglas para asegurar la toma óptima de decisiones. Blanchard (2006) dice, por su parte, que un buen estratega sabe exactamente qué hacer y en qué momento.
Hay que considerar que para estudiar la maestría del CECTE se debe planear el tiempo con estrategias. Esto también implica hacer un balance personal de fortalezas y debilidades; de amenazas y oportunidades; de jerarquías y valores personales. Poner cada actividad en su justo lugar y dimensión.
Por tanto, la única forma de lograrlo es poner orden, es decir, dirigir el pensamiento hacia una planeación que conduzca a la obtención de metas bien establecidas. Para Rodríguez (1998) la planeación es una acción que nació con la humanidad misma y estuvo presente desde que el hombre salía a cazar y se establecía como misión llevar los alimentos a los demás. Así que no es algo nuevo, sólo, quizá, no es tomado en cuenta.
Munch (2009) dice que planear es establecer objetivos y elegir las estrategias para cumplirlos, con base en un esquema detallado de acciones para el futuro. En la definición anterior, este autor utiliza otro concepto: estrategia, que para la Real Academia de la Lengua (2010) significa dirigir un asunto; son las reglas para asegurar la toma óptima de decisiones. Blanchard (2006) dice, por su parte, que un buen estratega sabe exactamente qué hacer y en qué momento.
Hay que considerar que para estudiar la maestría del CECTE se debe planear el tiempo con estrategias. Esto también implica hacer un balance personal de fortalezas y debilidades; de amenazas y oportunidades; de jerarquías y valores personales. Poner cada actividad en su justo lugar y dimensión.
Organización, herramienta del triunfo
La organización es un medio eficaz para realizar las estrategias que se planean. En el caso de la maestría del CECTE existen algunos aspectos prácticos que se deben tomar en cuenta y que, si se organizan, permitirán concluir los estudios con éxito. Algunos de estos aspectos son:
• Elaborar una agenda personal diaria, en la que se visualicen las actividades cotidianas en todos los aspectos de la vida como son dormir, comer, estar en familia, divertirse, ir al trabajo, trasladarse de un lugar a otro, en fin, hay una gran diversidad de posibilidades. Una vez hecho esto, incluir y ordenar el tiempo que requiere la maestría para su óptimo aprovechamiento.
• Esta planificación, hay que tomarla en serio. Establecer un compromiso consigo mismo y apegarse al plan trazado. Un buen plan puede significar tener la mitad del trabajo hecho.
• Sé dueño de tí mismo, es decir, la decisión de pasar el tiempo en cualquier actividad, es personal. Nadie puede desperdiciar o disponer del tiempo ajeno.
• En la planeación, se debe tener en cuenta las telesesiones. Es importante acudir a ellas, tomar notas e interactuar con los compañeros, quienes, al final de cuentas, comparten la meta de concluir la maestría.
• También es importante distribuir el tiempo por acciones: participar en los foros, realizar las lecturas, trabajar en la investigación de los temas para las tareas, redactar los trabajos, entre otras.
La maestría debe ser parte de la vida y no convertirla en una loza que hay que cargar diariamente. Por eso, en la planeación se debe considerar el tiempo para la familia, la recreación, el descanso, el sueño, la lectura, el sexo, los alimentos y ponderar en qué escala de valores está cada una de estas actividades.
Por último, recalcar que lo peor que se puede hacer al decidir estudiar una maestría en el CECTE es juzgar que la distribución de las actividades se acomodarán por sí mismas. Es recomendable alejarse del falso paradigma de que los estudios a distancia son más fáciles, ágiles y no requieren de tanta dedicación. Si ésta es la actitud, se puede casi garantizar que se morirán en el intento.
Las palabras clave para cursar la maestría satisfactoriamente son: planear, organizar, formular estrategias y, principalmente, vencer las inercias propias y disciplinarse para el cumplimiento cabal de cada una de ellas.
Referencias:
Blanchard, K. (2006). ¡A la carga! Bogotá:Grupo Editorial Norma, p. 174.
Munch, L. (2009). Administración de capital humano. México:Porrúa, p. 35.
RAE. (2009). Recuperado el 3 de marzo de 2010 de: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=estrategia
Rodríguez, C. (1998). La conferencia de búsqueda en el contexto organizacional mexicano. Reunión de reflexión y diseño, Tesis para obtener el grado de Maestro en Ciencias en Planeación en Sistemas, UASLP, México. Recuperado el 3 de marzo de 2010 de: http://leibniz.iimas.unam.mx/~crc/tesis/cap1.html
S/A. (S/F). Entrevista a Carl Honoré. El Periódico. Recuperado el 17 de febrero de 2007 de: http://pipodols.blogalia.com/historias/26156
S/A. (S/F). Las funciones del lenguaje según Roman Jakobson. Recuperado el 24 de febrero de 2008 de: http://lenguai17curso0708.
nireblog.com/post/2007/10/17/las-funciones-del-lenguaje-segun-roman-jakobson
• Elaborar una agenda personal diaria, en la que se visualicen las actividades cotidianas en todos los aspectos de la vida como son dormir, comer, estar en familia, divertirse, ir al trabajo, trasladarse de un lugar a otro, en fin, hay una gran diversidad de posibilidades. Una vez hecho esto, incluir y ordenar el tiempo que requiere la maestría para su óptimo aprovechamiento.
• Esta planificación, hay que tomarla en serio. Establecer un compromiso consigo mismo y apegarse al plan trazado. Un buen plan puede significar tener la mitad del trabajo hecho.
• Sé dueño de tí mismo, es decir, la decisión de pasar el tiempo en cualquier actividad, es personal. Nadie puede desperdiciar o disponer del tiempo ajeno.
• En la planeación, se debe tener en cuenta las telesesiones. Es importante acudir a ellas, tomar notas e interactuar con los compañeros, quienes, al final de cuentas, comparten la meta de concluir la maestría.
• También es importante distribuir el tiempo por acciones: participar en los foros, realizar las lecturas, trabajar en la investigación de los temas para las tareas, redactar los trabajos, entre otras.
La maestría debe ser parte de la vida y no convertirla en una loza que hay que cargar diariamente. Por eso, en la planeación se debe considerar el tiempo para la familia, la recreación, el descanso, el sueño, la lectura, el sexo, los alimentos y ponderar en qué escala de valores está cada una de estas actividades.
Por último, recalcar que lo peor que se puede hacer al decidir estudiar una maestría en el CECTE es juzgar que la distribución de las actividades se acomodarán por sí mismas. Es recomendable alejarse del falso paradigma de que los estudios a distancia son más fáciles, ágiles y no requieren de tanta dedicación. Si ésta es la actitud, se puede casi garantizar que se morirán en el intento.
Las palabras clave para cursar la maestría satisfactoriamente son: planear, organizar, formular estrategias y, principalmente, vencer las inercias propias y disciplinarse para el cumplimiento cabal de cada una de ellas.
Referencias:
Blanchard, K. (2006). ¡A la carga! Bogotá:Grupo Editorial Norma, p. 174.
Munch, L. (2009). Administración de capital humano. México:Porrúa, p. 35.
RAE. (2009). Recuperado el 3 de marzo de 2010 de: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=estrategia
Rodríguez, C. (1998). La conferencia de búsqueda en el contexto organizacional mexicano. Reunión de reflexión y diseño, Tesis para obtener el grado de Maestro en Ciencias en Planeación en Sistemas, UASLP, México. Recuperado el 3 de marzo de 2010 de: http://leibniz.iimas.unam.mx/~crc/tesis/cap1.html
S/A. (S/F). Entrevista a Carl Honoré. El Periódico. Recuperado el 17 de febrero de 2007 de: http://pipodols.blogalia.com/historias/26156
S/A. (S/F). Las funciones del lenguaje según Roman Jakobson. Recuperado el 24 de febrero de 2008 de: http://lenguai17curso0708.
nireblog.com/post/2007/10/17/las-funciones-del-lenguaje-segun-roman-jakobson
S/A. (S/F) Sin prisas, por favor. Recuperado el 24 de febrero de 2008 de: http://www.flylosophy.com/archives/slowfood_10_news.htm
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